viernes, 20 de enero de 2017

Capítulo 069: En el paraíso (Séptima parte).

(La narración de este capítulo es hecha por Leslie)


Que desagradable.

Yo soy justicia, entonces ¿Por qué debo hacer esto?

Después de la llamativa puerta que creo Felion estoy aquí sola frente a 3 ángeles.

Todo lo problemático o desagradable debe hacerse lo más pronto posible o si no te podrías enfrentar a una situación peor.


(Nota del autor: este es un buen consejo, por lo general cuando decido evitar hacer lo problemático término en una situación más problemática)

Los tres ángeles que me ha tocado enfrentar son hombres. El ángel del centro es alto de alrededor de 2 metros y está portando una lanza, el de la izquierda debe medir alrededor 1.8 metros y su arma es una espada y el ángel de la derecha mide alrededor de 1.6 metros y su arma es un arco además este se mira algo femenino si se vistiera de mujer seguramente pasaría inadvertido.

Los tres ángeles toman una posición de combate, el espadachín se posiciona en la vanguardia, el lancero en el centro y el arquero en la retaguardia.

Según veo parecen bien sincronizados.

¿Qué hago?, simplemente debería devorar sus almas, definitivamente no, si me como sus almas dejarían de existir y no podrían reencarnar más.

“Es hora de empezar, la divina que nos protege nos dará su misericordia y nos presentará la gloria”

El ángel que se ve femenino dice esas palabras, su tono también es femenino, luego besa un brazalete que trae puesto.

El brazalete brilla y los tres ángeles son cubiertos por una barrera.

Los derrotaré lo más rápido posible.

Hago aparecer un ana garra en mi mano derecha.

Si se preguntan de que se trata este ataque, pues es una versión reducida de modificar ADN del SEMI de los dioses.

“Con esta barrera incluso un monstruo de rango 9 de 4 estrellas no nos puede matar, esta está hecha con base de agua, así que te garantizo que no tienes ninguna oportunidad”

Gracias por el dato innecesario. Eso es lo que decía en mi mente, el hecho es que si se trata de agua prácticamente todos los tipos de control de SEMI son ineficaces pero el SEMI de los dioses es diferente.

Con esa barrera tal vez tengan una ventaja contra casi todos los de arcoíris pero no conmigo, según Casandra yo soy más poderosa que ella en el dominio de SEMI, pero se que no la superaré en la divinidad.

Últimamente Casandra a estado haciendo muchos experimentos con su poder divino. El poder divino es aquel que maneja cada dios para controlar las leyes sobre el poder del alma y la dimensión, en cada dimensión se llama diferente, por ejemplo en el mundo que Carnel creo se llama SEMI ****** y creo que en el mundo donde vivía antes Casandra le llamaban fé o algo así, no estoy segura, aún son muy ingenua en lo que es el poder divino, pero al menos el poder divino conocido como SEMI ****** lo puedo manejar muy bien.

Mientra estoy divagando en mis pensamientos el ángel que trae una espada carga en mi contra y blande su espada hacia mi, la espada choca en mi hombro derecho y tras un sonido metálico se frena.

El ángel de la espada retrocede y casi de inmediato veo como la lanza se dirige hacia el lado de mi corazón. Atravieso mi mano izquierda y tomo la punta de la lanza haciendo que esta frene a un milímetro de mi cuerpo.

El lancero jala su lanza con todas sus fuerza para retirarse pero ante mi agarre no logra moverse ni un solo milímetro.

“Saben no deberían hacer esto más difícil, porque no simplemente me dejan tomar sus vidas”

Eso es lo que les digo, lo que quiero es que se dejen matar, es un fastidio tener que pelear cuando odio la pelea, una pelea contra quienes son inocentes.

“Por el poder de la Diosa no te dejaré que te burles de nosotros”

Esas son las palabras del afeminado luego tira varias flechas hacia mi, las flechas están envueltas en la barrera de agua.

Rápidamente suelto la lanza y esquivo las flechas.

Este débil cuerpo que me dio Casandra no creo que pueda resistir el ataque de esas flecha, según parece el ángel afeminado es el más fuerte entre los tres.

Luego de esquivar me aproximo asta donde esta el ángel con la espada y con un zarpazo de mi garra atravieso la piel de el tipo y este cae muerto.

Desagradable, ahora solo tengo que repetir esto dos veces más.

“¿Cómo pudiste atravesar el escudo de la divina Diosa?”

En un instante me muevo hasta la espalda del lancero, aunque el lancero trata de reaccionar a mi aparición repentina, su movimiento es demasiado lento y termina siendo otra víctima de mi poderosa garra.

“Ese escudo es demasiado débil, necesitas un escudo que pueda frenar los ataques de un monstruo de rango 9 de 8 estrellas”

Esas palabras las dirijo hacia el ángel afeminado que es el único que queda, en repuesta a su duda anterior.

“¡¡¿8 estrellas?!!”

Eso es lo que dice el ángel con una voz temblorosa.

Realmente lo siento, aunque no es mi estilo tomare la vida de estos tres inocentes.

Con toda mi velocidad me aproximé hasta el ángel que quedaba y lo único que se logró ver es como aparecía detrás del último angel.

El ángel afeminado cae mientras mi garra se desvanece.

Suspiro.

Está hecho.

Ahora debo recolectar sus almas.

Tranquilamente junto sus cuerpos y luego extiendo mis manos hacia ellos.

Tres pequeñas luces abandonan los cuerpos de los angeles que estan sin vida y entran en mi cuerpo.

“¡¿Qué es esto?!”

Esa palabras se escapan de mi boca.

La alma del angel afeminado es demasiado especial.

Siento como un sinfín de información fluye en mi mente.

“Ya veo, ahora puedo recuperar mi forma y con esto no tardaré mucho es ser más poderosa que el rey monstruoso”

Con una sonrisa burlona dibujada en mi rostro volteo a ver los cuerpos de los angeles que estan sin vida.

“Sus vidas no serán desperdiciadas, con esto deben considerar que las e tomado por un bien mayor”

Tomo el brazalete y me lo equipo, según parece es una de las 11 reliquias.

Ahora debo ir hasta donde están los demás.

Aún estoy perpleja por la identidad del alma de ese ángel.

“(Necesitamos reunirnos todos de emergencia)”

Las palabras de Leonel surgen en mi mente y casi de inmediato aparece una puerta.

Bueno, con esto no necesito caminar el resto del camino, pero ya no faltaba mucho, ¿Por qué no me enviaron la puerta antes?


Atravieso la puerta.































































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