(La narración de este capítulo es hecha
por Cecilia).
Rayos, al fin podre quitarme esta
sensación desagradable.
Luego de que esa enorme puerta nos
transportara, ahora estoy frente a tres ángeles.
Tengo una desagradable sensación desde
que ingresamos al agua y al ver que no podía hacer nada.
Esa impotencia la odio.
Los angeles que estan frente a mi son
dos tipos enormes y musculosos y una mujer algo seductora de hombres.
Qué emparejamiento tan raro.
Los dos tipos están sosteniendo enormes
hachas y la mujer parece que su arma es un látigo que esta portando en la
cintura.
“Oye niña si quieres crecer como un buen
adulto como yo deberías obedecer a los mayores”
La mujer dirige esas palabras hacia mi.
Talvez deberia solo devorarlos, pero
recuerdo que Melisa me dio un importante consejo.
No debo comer cosas raras y estas son
demasiado raras.
(Nota del autor: Ven, eso es obediencia,
si alguien de confianza les dice que no se coman a sus enemigos hagan caso)
Siento dudas de si divertirme peleando
con estas personas o acabar la pelea lo más rápido posible.
“Si te entregas no te aremos daño e
incluso pediré tu custodia para hacerte crecer como una adulta ejemplar”
Estas son palabra de la ángel mientras
pone sus manos en su latigo.
“No gracias, ya tengo mamá”
¿Por qué me toco pelear con esta gente?
Activo campo del deseo y me desaparezco
mientra pongo una marioneta en mi lugar.
Con la velocidad con la que hice el
cambio no se debió notar que ahora no soy yo la que está en el campo, Bueno
campo del deseo tambien me ayudo a esconder ese hecho.
Me gustaría pelear directamente, pero
simplemente tengo una sensación desagradable con esos angeles.
“Basta de charlas, es hora de empezar”
Mi marioneta dice eso mientras se pone
en una pose de guardia.
“Ok, supongo que primero te debo educar
adecuadamente”
Ante las palabras de la tipa los 2
musculosos levantan sus hachas.
La tipa le da un latigazo a un musculoso
y este levanta un grito de guerra, según parece está más motivado.
Lo sabia, es un error el pelear
directamente.
Suerte mi marioneta.
A mi marioneta le cambian las manos en
dos oz de mantis.
“Ya veo, así que eres un monstruo,
entonces serás elimina sin piedad”
Ante las palabras de la tipa el
musculoso motivado empieza a correr y en menos de un segundo su velocidad
cambia a una que supera el sonido.
En un instante el musculoso está en la
espalda de mi marioneta balanceando su hacha, mi marioneta bloquea con una se
sus hoces sin siquiera moverse ni voltearse.
“Interesante, debes ser un monstruo de
rango 9 de una estrella”
La tipa luego de decir eso le da un
latigazo al otro musculoso.
El otro musculoso después de un grito de
guerra corre a gran velocidad hasta donde está mi marioneta.
Con un ataque frontal mientra es atacada
por detrás mi marioneta bloquea con sus hoces sin siquiera moverse.
Así se hace.
Cuando uno pelea debe verse cool.
Los musculosos balancean sus hachas a
gran velocidad y mi marioneta las recibe con sus hoces y solo en ocasiones
mueve su cuerpo para esquivar, claro todo lo hace sin moverse de su lugar.
Poco a poco veo como la tipa está
cambiando su expresión, ahora parece que está preocupada.
“Es hora de terminar”
Esas son las palabras que dirijo a la
tipa y que resuenan en todo el campo.
Mi marioneta con un rápido giro golpea
el estómago de los tipos y solo puedo ver como ambos salen volando partidos en
dos.
La tipa con una cara pálida empieza a
correr.
“¡Jajajaja!, realmente crees poder
escapar”
Manipulo el campo del deseo para
atormentarla y evitar su escape.
En un instante mi marioneta la alcanza,
aunque la tipa lanza latigazos para evitar a mi marioneta estos son esquivados
fácilmente.
“¡Maldición!”
Después de que la tipa grita esas
palabras mi marioneta la parte en dos con un corte vertical.
Hago desaparecer el campo del deseo y
veo como los tres cuerpo que ahora son 6 piezas en total están reunidos en un
solo lugar.
Esto fue rápido.
Mi marioneta se acerca a mi y la
almaceno de regreso.
Ahora ¿Qué debería hacer?, la duda es
porque he terminado muy pronto.
Debería tratar de quitarle la presa a
mis camaradas.
Sacudo mi cabeza.
Aunque me gustaría correr por ahí
divirtiéndome no debo hacerlo, es muy probable que si lo hago sea regañada por
mamá.
Me acerco a una roca y me siento sobre
ella para esperar.
Pasan varios minutos, tal vez fueron 10,
no estoy segura.
“(Necesitamos reunirnos todos de
emergencia)”
Esas palabras aparecen en mi mente y
poco después aparece una puerta frente a mi.
“Ya me empezaba a desesperar”
Abro la puerta y la cruzo.
Cap 68.5: La inquietud de la Sádica.
(La narración de este capítulo es hecha
por Luna)
Mi nombre es Luna Sádica Tortura, vengo
de una familia que se especializa en torturar al enemigo.
Mi familia es reconocida por todos como
los sádicos que se encargan del gran calabozo. El gran calabozo en un frío
lugar debajo del suelo que es usado para confinar a los más peligrosos
criminales y es usado para interrogatorios y torturas.
Yo me desempeñé y superé las
expectativas de todos y por eso deje el trabajo del gran calvoso y fui incluida
en la unidad de subyugación.
Mi especialidad es el SEMI control, este
tipo de SEMI me permite controlar a las personas, bueno para lograrlo necesito
darles con un látigo.
En el tiempo que pasé en la unidad sin
ser descubierta me acerque a dos de mis compañeros y tome control de ellos.
Planeo apoderarme de toda la unidad pero
aun me falta más habilidad.
Pasó el tiempo y por alguna razon los 2
que estan en mi control empezaron a desarrollar grandes músculos, bueno
realmente no me importa mientras me sirvan de escudos.
Las misiones las acabamos sin ningún
problema hasta que llegó ese día.
Un día nos reunieron para subyugar a
ladrones que habían ingresado a Paraíso.
Mala suerte para ellos eso es lo que
pensaba.
No pasó mucho rato hasta que llegamos al
estanque en el bosque donde estaban los invasores.
Luego un niño avanzó hacia nosotros y poco
después un gigantesca puerta apareció debajo de todos.
La puerta se abrió y todos fuimos
separados.
Tube suerte, los dos que controlo están
a mi lado y mi oponente es solo una niña.
Mi entusiasmo se acabó casi de
inmediato, mis dos escudos ángeles fueron cortados en dos.
No quiero esto.
Corri y corri pero en todo el campo
aparecía el rostro de la niña con una sonrisa malévola.
Si solo pudiera darle con mi látigo
podría controlarla.
La niña me perseguía y esquivaba mis
latigazos fácilmente.
Debo atinarle, al menos un pequeño roce.
Mis suplicas fueron escuchadas y alcance
a rozar con mi látigo el hombro derecho de la niña.
Me quede sorprendida.
¿Por qué no puedo controlarla?
“¡Maldición!”
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