Capítulo 01: La llegada de Dalia.
Un lugar desconocido.
Estoy rodeada de un caos, objetos diversos.
Hay un sinfín de cosas que me rodean, engranes, muñecas,
muebles.
Todo parece estar roto.
Mis pies sienten humedad, un liquido rojo tapa por completo
mi parte inferior, según veo estoy todavía sentada sobre mis pies.
*Sniff, sniff*
Escucho un pequeño sollozo.
¿Hay alguien ahí?
No sale mi voz.
“Mamá, Papá, no me dejen”
Una triste voz algo quebradiza se oye en las cercanías.
*tap, tap*
Escucho pasos.
Algo se aproxima hacia mi ubicación.
“Dalia ya casi llegamos”
Al escuchar eso abro mis ojos.
Soy yo en un autobús, mi amiga y yo nos dirigimos a nuestro
nuevo hogar.
Hace poco las dos dejamos el orfanato donde vivimos por
alrededor de 12 años y ahora nos dirigimos aun nuevo hogar, para continuar con
nuestros estudios.
“¡Wow!, ¿No te parece lindo el paisaje de este lugar?”
Mi amiga es demasiado enérgica. Su nombre Sun, ella y yo
tenemos 14 años.
“Oye Sun, deberías de dejar de hablar un poco, vas a molestar
a los demás pasajeros”
El que acaba de regañar a Sun es Joni, él tiene también
nuestra edad y además tiene el mismo cumpleaños que yo. No recuerdo bien como
fue que el entro a nuestro grupo de amistad.
Mientras Sun y Joni se ponen a platicar, yo miro el paisaje
a través de la ventanilla.
Sin duda es una vista hermosa.
“¡¿Uh?!”
Algo paso corriendo por el campo, no pude verlo bien.
Apenas alcance a percibirlo como una especie de sombra.
“¿Pasa algo?”
Sun me pregunta.
“No nada, solo admiraba la belleza del paisaje”
“Ya veo, ¡Verdad, que bonito!”
Un paisaje de ensueño; un bonito pastizal con diversas
flores y más allá hay un río que se extiende paralelo a la carretera.
Después de un largo tramo del mismo paisaje empezaron a
aparecer casas y poco a poco es río desapareció en la distancia.
Al fin llegamos a nuestro destino.
Este pequeño poblado de nombre xx.
El autobús se detuvo en la estación y todos los pasajeros
empezaron a bajar.
“Al fin hemos llegado a mi ciudad natal”
Esas son las palabras de Joni.
“¿Aquí naciste?”
Sun le pregunta.
“¡Sí!”
“¡Hola, Bienvenidos!”
Un hombre se nos acercó, le entregó un volante a Sun y se
retiró.
“¿De qué se trata Sun?”
“Creo que habla de unas recientes desapariciones
de la gente y nos dice que tengamos cuidado, también dice que se ha impuesto un
toque de queda”
“¿Un toque de queda?”
“Supongo que tenemos que tener más cuidado”
Empezamos a dirigirnos a nuestro nuevo hogar, según tengo
entendido la casa a la que vamos es la antigua vivienda de Joni.
“¡Hola, Bienvenidos!, ustedes son los últimos”
Al llegar a la casa fuimos saludados por una mujer que al
parecer apenas inicia su adultez.
“Mi nombre es Fina y soy la propietaria”
“Mucho gusto, yo soy Joni”
“Yo soy Sun”
“Yo soy Dalia”
Todos nos presentamos.
“Deben estar cansados, permítanme guiarlos a sus
habitaciones”
Fina comenzó a caminar por delante y nosotros la seguimos.
“La comida se sirve a las 8, 2 y 7. Las puertas se cierran
a las 9 y las luces se apagan a las 10. Por la mañana las puertas se abren a
las 6. Tomen bien en cuenta estos horarios para sus futuros planes, además en
ninguna circunstancia se pueden cambiar los horarios”
Subimos escaleras.
A través de un pasillo llegamos al extremo y Fina se
detuvo.
“Estas son sus habitaciones, la de la pared es para Dalia,
luego esta la de Sun y esta es la de Joni”
Fina nos indica con el dedo donde se ubican las
habitaciones de cada uno.
“Pronto será la hora de la cena, les sugiero que vayan a
sus habitaciones a dejar sus cosas y luego bajen”
Fina se retiró.
“Bueno, nos vemos en el comedor”
Después de dejar a Joni y Sun me dirigí a mi habitación.
El cuarto es bastante amplio, hay un ropero, un par de
mesas y una cama. En la pared izquierda hay una ventana que da a la calle.
Dejé mi mochila sobre una mesa y bajé.
Me senté en una silla.
“Aquí tienes”
Fina me entregó un tazón con sopa.
“¿Mis amigos todavía no bajan?”
“Pero que dices niña, eres la última. Sinceramente pensé
que no comerías”
“¿La última?”
Miré un reloj en mi muñeca y marcaba 7:50 pm.
“Recuerda que la cena es a las 7, no puedo estar
esperándote demasiado”
Fina se retiró y yo comencé a comer.
Al cabo de un rato termine de comer y Fina volvió para
recoger mi plato.
“Gracias por la comida, estaba deliciosa”
“¡Ujuju!, que buen alago, si lo deseas la próxima te puedo
servir porción doble”
“¡En serio!, estaría encantada”
“Será un placer, las niñas en desarrollo deben de comer un
poco más”
Al oír eso no pude evitar mirar mis senos.
Plano.
Luego de eso me dirigí a mi habitación y en el camino me
detuve en la puerta de la habitación de Joni y toqué la puerta.
Nadie salió.
¿Se habrá dormido?
Avance y toqué la puerta de la habitación de Sun.
¿También se quedó dormida?
Sin poder dar las buenas noches a ninguno de mis dos amigos
me fui a mi cuarto.
Entre y me tiré en la cama.
“Supongo que estarán cansados. Yo también debo ir a dormir”
Me levanté y me dirigí a cerrar la cortina de la ventana.
Al mirar por la ventana miro como una persona corre por la
calle y cae en la esquina.
Esa persona desaparece en la esquina mientras es
arrastrada.
Sentí como un escalofrío recorre por mi cuerpo y luego me
atacó un fuerte dolor.
No pude mantenerme en pie y caí sobre mis rodillas.
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